Yo (México-Canadá-Holanda-República Dominicana, 2016) / Dirección: Matías Meyer.
Reparto: Raúl Silva Gómez, Elizabeth Mendoza, Ignacio Rojas Nieto, Isis Vanesa Cortés, Hugo García Rojas, Alfonso Miguel González, Mireya Ivonne Morales, Melody Petite, Nicolle Stivenshonen. / Guión: Matías Meyer, Alexandre Auger (Cuento: Jean-Marie Gustave Le Clézio). / Música: Galo Durán, Chac Moola. / Fotografía: Gerardo Barroso. Estreno jueves 02 de junio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Lo complicado de conocerse uno mismo.
El cuarto largometraje de Matías Meyer, tras ‘Wadley’, ‘El calambre’ y la maravillosa ‘Los últimos cristeros’, es su película de narrativa más accesible, basada en un cuento del ganador del Nobel, Jean-Marie Gustave Le Clézio.
Yo es un joven de más de 25 años con la mente de un niño, pero él no sabe bien cuál es su edad y trabaja ayudándo a su madre en un restaurant ubicado junto a la carretera, donde también viven, encargándose de alimentar a los pollos, matarlos y posteriormente desplumarlos. Yo además cree adivinar el futuro a través de lo que sueña, a lo que su madre parece prestarle poca atención.
Su relación con el novio de su madre no es nada buena, pero todo cambia cuando llega a trabajar al restaurant una señora acompañada de su hija, Elena de unos 11 años, con quien entabla una amistad, hasta que el novio de su madre consigue una máquina que reemplaza el trabajo de Yo, por lo que deberá buscarse un trabajo fuera de casa, y enfrentarse a los riesgos del mundo.
Meyer una vez más trabaja con no actores, lo que consigue darle al relato esa sensación de realidad y que por momentos logra sacar actuaciones muy naturales y en otras muy exageradas, lo que desequilibra el resultado final del mismo.
Sin abandonar del todo su ya característico estilo, Meyer se concentra en narrar la rutinaria vida de Yo y ese cambio de golpe al tener que salir al mundo y conocerse más a él mismo, logrando que el relato se siga con interés a pesar de cierta monotonía, sobre todo en su segunda mitad, pero dotando al filme de cierta calidez por la forma en como narra esos momentos cotidianos del protagonista, su diario quehacer, sus paseos, o sus sueños-premoniciones, con sus referencias a ‘El espíritu de la colmena’ y por supuesto al ‘Frankenstein’ de James Whale.
Pero lo que parecía una historia noble y tierna acerca de lo difícil que es salir al mundo para un chico con las características de Yo, se ve manchada en su tramo final con esa infaltable dosis de tremendismo en el cine mexicano reciente, que tan buenos dividendos parece dar en el mundo de los festivales.