Vamos a jugar al infierno (Jigoku de naze warui? / Why Don’t You Play in Hell?, Japón, 2013) Director: Sion Sono / Reparto: Jun Kunimura, Shinichi Tsutsumi, Fumi Nikaido, Tomochika, Hiroki Hasegawa, Gen Hoshino, Tak Sakaguchi. / Guión: Sion Sono. / Fotografía: Hideo Yamamoto. / Música: Sion Sono. Vista en la 56 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional en la Cineteca Nuevo León.
por: Enrique López Arvizu
El cine como placer.
El prolífico Sion Sono cruza y mezcla con singular alegría diferentes géneros, y lo hace homenajeando cierto cine oriental pero sobre todo, el cada vez más añorado soporte en fílmico, tanto en su versión más profesional en 35mm como el casero 8mm.
Y es que pareciera que los límites narrativos no existieran para Sono, que a partir de un grupo de jóvenes entusiastas y soñadores, que se auto nombran como los Fuck Bombers, cuenta como éstos juegan a realizar una película, que luego de algunos años, y cuando ya no esperaban que sucediera nada con su sueño, éste se vuelve real ante la posibilidad de filmar, con todo el apoyo técnico y económico posible, la película de sus sueños.
La película no se pone límites a la hora de jugar con la ficción que se sucede dentro de otra ficción en diferentes capas, lo mismo pasa con el tiempo, la estética e incluso la narrativa y su arbitrariedad obedece a ese deseo de libertad que se propone a lo largo de todo el metraje.
Delirio, parodia, locura y libertad, todo se conjuga en un solo film que se parece a muchos otros y es al mismo tiempo único, Sono no sólo homenajea el cine que le gusta sino que también lanza una crítica a un cine japonés mas occidentalizado que ha perdido un poco de su identidad.
Como en una montaña rusa, las emociones no paran nunca en Why Don’t You Play in Hell?, sobre todo en la última media hora donde los Fuck Bombers habrán de filmar su película con yakuzas reales y una ex estrella infantil de un popular comercial de tv; la cinefilia explota en un festín de guiños y referencias imperdible.
Un barullo emocional, una declaración de amor por el placer de hacer y vivir el cine como pocas veces sucede en los últimos años. El cine pasa por la vida y encuentra la felicidad en películas como estas.
[Calificación: 9/10]