Si Dios quiere, de Edoardo Maria Falcone

Si Dios quiere (Se Dio Vuole, Italia, 2016) / Dirección: Edoardo Maria Falcone.

Nuestra puntuación

Reparto: Marco Giallini, Alessandro Gassman, Laura Morante, Ilaria Spada, Edoardo Pesce, Enrico Oetiker, Carlo De Ruggeri, Giuseppina Cervizzi, Alex Cendron, Fabrizio Giannini, Silvia Munguia. / Guión: Edoardo Maria Falcone, Marco Martani. / Fotografía: Tommaso Borgstrom. / Música: Carlo Virzì. Estreno viernes 21 de abril de 2017.

2

por: Enrique López Arvizu

Quedando bien con todos.

La ópera prima del realizador italiano Edoardo Maria Falcone es un intento de comedia alla italiana, que, si bien contiene algunos diálogos divertidos, en general es un compendio de situaciones políticamente correctas que no consigue hacer despegar a la película.

Tomasso (Marco Galliani) es un prestigioso cirujano cardiovascular que espera que su hijo Andeas siga sus pasos como médico, pero ante una repentina solicitud de reunión de su hijo sospecha que se declarará gay, algo que no sucede, ya que el hijo anuncia su intención de convertirse en sacerdote.

La noticia cae mal en Tomasso, un hombre engreído y declarado ateo, quien buscará a quien está, según él, manipulando a su hijo para que al final lo persuada a abandonar esa idea.

La película tiene un inicio prometedor, cuenta con un par de secuencias que consiguen arrancar algunas risas, sobre todo esas protagonizadas por la otra hija de Tomasso, una mujer ya casada y muy ingenua que se contagia del fervor religioso de su hermano, intenta leer la biblia, pero abandona al instante para seguirla, según ella, viendo la película de ‘Jesús de Nazareth’ de Zeffirelli.

La película cae en situaciones menos logradas cuando Tomasso decide asumir otra personalidad para investigar a un sacerdote amigo de su hijo, y descubrirle un posible secreto turbio, cayendo en una sub-trama donde los personajes no son más que caricaturas y sin mayor trascendencia, quedando el resultado más parecido a un sketch televisivo.

Pero por el final, ante la disyuntiva familiar y la decisión final del hijo, el realizador se dice por tomar una decisión salomónica y así quedar bien con todo mundo, no ofender a nadie y complacer así al espectador promedio.

 

Deja una respuesta