Que pena tu vida (Que pena tu vida, México-Chile, 2016) / Dirección: Luis Eduardo Reyes.
Reparto: José María de Tavira, Aislinn Derbez, Ilse Salas, Rosa María Bianchi, Alejandro Calva, Cid Vela, Fernanda Castillo, Leonardo de Lozanne, Álvaro Guerrero, Fabiola Campomanes, Pamela Almanza, Arturo Barba, Valentin Trujillo Jr., Adriana Llabres, Marcus Ornelas. / Guión: Angel Pulido, Luis Eduardo Reyes, Valentin Trujillo Jr. (Historia: Nicolás López, Guillermo Amoedo). / Fotografía: Erwin Jaquez. Estreno viernes 02 de diciembre de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Una pena.
Otro remake. Los productores se deciden a irse por la vereda más simple y se apuesta por propuestas probadas, haciendo versiones tropicalizadas de éxitos recientes venidos de cualquier parte del mundo, como ahora se estrena este remake de una película chilena, la cual se convirtió en trilogía y dio lugar a una serie de televisión.
Javier (José María de Tavira) es un joven publicista que tiene una relación con Sofía (Ilse Salas), una modelo a la que conoció por motivos de trabajo, pero toda su vida se comienza a complicar cuando terminan su relación, después se queda sin trabajo, sin auto y sin casa.
Pero para Javier siempre está su amiga Andrea (Aislinn Derbez), su confidente y soporte, quien le hará más llevadero todo el proceso de duelo que se vuelve complicado ya que Javier se ha obsesionado con Sofía.
Esta versión mexicana toma la misma estructura narrativa de la original (la cual no era una película sobresaliente) y prácticamente no se permite ningún cambio en la trama, por lo que si se ha visto esa película no se encontrará con ninguna sorpresa al ver este remake, que parte de una historia simplona y poco interesante.
Pero la principal falla que presenta esta versión son las malas actuaciones de la mayoría de su reparto, destacándose el fallido protagonista, José María de Tavira, un actor gris y acartonado que vuelve insufrible a su personaje, que vive en medio de un patetismo insoportable, y una Aislinn Derbez que nunca encuentra el tono adecuado, aunque en general la película carece de lo mismo, en una actuación en la que cuesta creerle cada uno de los diálogos que recita, además de esa peluca que inexplicablemente le han colocado a su personaje.
Poco hay para rescatar de esta fallida versión, aún más olvidable que la original, que considera como fórmula infalible para la felicidad el aferrarse a una vida en pareja sin importar nada más.