Magic Mike XXL (Estados Unidos, 2015) / Dirección: Gregory Jacobs.
Reparto: Channing Tatum, Matt Bomer, Joe Manganiello, Kevin Nash, Adam Rodriguez, Gabriel Iglesias, Elizabeth Banks, Donald Glover, Amber Heard, Andie MacDowell, Jada Pinkett Smith, Michael Strahan. / Guión: Reid Carolin. / Fotografía: Steven Soderbergh. Estreno miércoles 16 de septiembre de 2015.
por: Enrique López Arvizu
Un título que le queda demasiado grande.
Después del éxito en taquilla conseguido en los EEUU con la primera parte del ahora supuestamente retirado Steven Soderberh, la inevitable secuela llega con mucho menos ángel y gracia dirigida por Gregory Jacobs, malamente recordado por dirigir la fallida remake de la argentina ‘Nueve reinas’.
Han pasado tres años y Mike (Channing Tatum) sobrevive con su pequeño taller con el que no le ha ido tan bien como él esperaba, cuando sus amigos y ex compañeros pasan por su ciudad lo buscan con la broma de que uno de ellos ha fallecido, como resultado de su reunión lo invitan a un último baile en una convención de strippers.
Tras el sí de Mike el film devendrá en una road movie con tintes cómicos y muchas menos pretensiones que su antecesora, pero con el único conflicto de actualizar las coreografías dentro del grupo, ya sin la presencia de Dallas (Matthew McConaughey), lo que genera muy poco interés en la trama.
Si bien la camaradería del grupo relaja en buena parte la parsimonia constante de esta segunda entrega, el encanto y buen timing para la comedia de Tatum apenas sostiene el nivel de tolerancia para con una película en su mayor tramo boba y completamente inofensiva.
En su recorrido hacia el lugar de su último evento, se irán sumando una serie de personajes femeninos (Jada Pinkett-Smith, Elizabeth Banks, Amber Heard, Andie McDowell) que son lo más rescatable de un relato donde el tedio lleva el mayor peso específico.
La primera, sin llegar a ser una buena película, conseguía equilibrar los momentos dramáticos del conflicto entre los personajes así como los escarceos románticos y los momentos de baile, pero esta segunda parte todo es efímero e intrascendente, coronado con una interminable secuencia final de baile de más de 20 minutos, que al igual que la película en su conjunto, es totalmente olvidable.