El hombre nuevo (Uruguay-Chile, 2015) / Dirección: y Guión: Aldo Garay.
Documental. / Fotografía: Diego Varela. / Música: Daniel Yafalián
por: Enrique López Arvizu
Mirar al pasado y seguir.
Aldo Garay es un realizador uruguayo que ha centrado su filmografía en el cine documental, (apenas ha realizado una ficción, ‘La espera’), y donde temas como la vejez y la identidad son centrales.
Rescatando a uno de los personajes de su primer trabajo, el mediometraje ‘Yo, la mas tremendo’, realizado en 1995, Garay se reencuentra con Stephania Mirza Curbelo, una travesti nacida en Nicaragüa y después adoptada por una familia uruguaya, y que ahora sobrevive en las calles de Montevideo.
Habiendo pertenecido de niño a las fuerzas de la revolución sandinista como guerrillero y docente de adultos sin estudios y miembro de una familia numerosa, Roberto, su nombre de pila, es “dado” en adopción por sus padres a una familia que lo traslada a Uruguay con la esperanza de una vida mejor. Ahí con los años se transformará en Stephania.
La vida de Stephania ha sido dura, drogas, prostitución, marginación y el recuerdo de lo que fue su vida y familia en Nicaragüa, que ahora gracias a este documental se presenta la oportunidad de viajar y reencontrarse con su familia que lo cree muerto o desaparecido, y que no saben que se ha convertido en mujer.
El encuentro es duro y un tanto seco, una aparente y falsa aceptación de parte de sus familiares denotan el rechazo cuando lo llaman por su nombre masculino, llegando a extremos como una especia de exorcismo en una iglesia evangélica para sacarle los demonios que la tienen atrapada.
La mirada de Garay es honesta y cercana a su personaje, el acompaña en todo este viaje como un testigo silencio que observa y registra, consiguiendo una película lo mismo cruda y conmovedora.
Al final, Stephania volverá a Montevideo, luego del reencuentro con su pasado y con algunas heridas cerradas y otras que nunca lo harán, pero con la firme idea de que es quien siempre quiso ser y que lo único que le queda es luchar por sobrevivir día día.