El demonio neón, de Nicolas Winding Refn

El demonio neón (The Neon Demon, Estados Unidos-Francia-Dinamarca, 2016) / Director: Nicolas Winding Refn.

Nuestra puntuación

Reparto: Elle Fanning, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Jena Malone, Bella Heathcote, Abbey Lee, Desmond Harrington, Charles Baker, Jamie Clayton, Cody Renee Cameron, Lucas Di Medio, Karl Glusman, Chris Muto, Collin Lee Ellis. / Guión: Nicolas Winding Refn, Mary Laws, Polly Stenham. / Fotografía: Natasha Braier. / Música: Cliff Martinez. Estreno viernes 02 de septiembre de 2016.

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por: Enrique López Arvizu

El diablo viste a la moda.

El director de ‘Bronson’, ‘Valhalla Rising’, ‘Drive’, y ‘Only God Forgives’ sigue adentrándose en un cine cada vez más esteticista y dependiente del poder absoluto de la imagen, donde el poder narrativo se diluye de a poco entre tanta pirotecnia.

Ahora presenta la historia de Jesse (Elle Fanning), una chica pueblerina de apenas 16 años que busca abrirse paso en el mundo de la moda en Los Angeles, debiendo enfrentarse a un mundo donde la mentira, la envidia y la mala competencia son cosa de todos los días.

Jesse se ve obligada a vivir en un motel de baja categoría mientras su suerte empieza a cambiar al ser fichada por una importante agencia, de a poco empieza a llamar la atención de todos lo que la coloca como el objeto de deseo de hombres y mujeres, aunque la mayoría no con buenas intenciones.

Con un cierto aire que intenta evocar el cine de David Lynch (más en concreto Mulholland Drive) y algo al giallo de Dario Argento, ‘The Neon Diamond’ resulta un híbrido donde la búsqueda del terror y el placer exhibicionista de Winding Refn se mezclan con resultados cercanos a una insulsa pesadilla grotesca.

Winding Refn busca imponer su presuntuosa impronta autoral en cada plano, en otro atrevido pero banal acercamiento, en este caso, al cine de Kubrick pero mucho menos interesante, y aunque muchas imágenes son llamativas no terminan por lograr cohesionarse con un relato más urgido en el impacto visual que en el narrativo.

‘The Neon Demon’ se desmorona sobre el final, donde ante la vacuidad del relato se hace un llamado urgente a los recursos más shockeantes y provocadores posibles, para así intentar generar algo en la modorra del espectador.

 

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