Dos tipos peligrosos (The Nice Guys, Estados Unidos, 2015) / Dirección: Shane Black.
Reparto: Ryan Gosling, Russell Crowe, Matt Bomer, Kim Basinger, Yvonne Zima, Keith David, Margaret Qualley, Beau Knapp, Angourie Rice, Daisy Tahan, Abbie Dunn, Michael Beasley / Guión: Shane Black, Anthony Bagarozzi. / Fotografía: Philippe Rousselot. / Música: David Buckley, John Ottman. Estreno viernes 08 de julio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Dos tipos en estado de gracia.
Shane Black dirigió ‘Iron Man 3’ y ‘Entre besos y tiros’, y antes escribió los guiones de películas como ‘Arma mortal’, El último boy scout’ y ‘El último gran héroe’. El espíritu de películas como estas tres últimas se permea en ‘The Nice Guys’, una especie de buddy film con dos actores en estado de gracia que funciona y de qué manera.
Russell Crowe es Jackson Healy, un tipo que se dedica a ajustar cuentas a cambio de dinero y un día es contratado por una jovencita de nombre Amelia para que le haga una visita a Holland March (Ryan Gosling), un torpe investigador privado que la está rastreando en la investigación del asesinato de una estrella porno.
Los acontecimientos los pondrá uno junto al otro en una misma misión, descubrir el paradero de la joven Amelia, y toda la enmarañada situación que se esconde detrás y que involucra además del sector de películas porno, a compañías automotrices y una funcionaria del Departamento de Justicia (Kim Bassinger), siendo apoyados siempre por la elocuente hija adolescente de March (Angourie Rice).
Toda la acción sucede en el año 1977, y desde el inicio, la ambientación, la musicalización y el trabajo visual y estético se destacan y ayudan a darle ese toque de película de esa época a este relato de colegas que sabe mezclar diversos géneros que van desde la comedia negra al thriller policíaco de manera efectiva.
De entre los varios logros de ‘The Nice Guys’, destaca su pareja protagónica que interpretan a estos peculiares antihéroes, un Russell Crowe a plenitud y un sorprendente Ryan Gosling con una desconocida vis cómica, y para complementar el tercio la pequeña Angourie Rice, con un personaje que se convierte en la conciencia del par de perdedores y que se roba algunas de las mejores escenas.
Con un humor desfachatado, corrosivo, muy negro y políticamente incorrecto, la nueva película de Shane Black se nutre de referencias a películas que van desde las ya mencionadas escritas por el mismo a algunas de Paul Thomas Anderson y otras tantas, que dan como resultado esta brillante, delirante e irreverente película.