La vida después, de Pablo Bardauil y Franco Verdoia

La vida después (Argentina, 2015) / Dirección: Pablo Bardauil y Franco Verdoia.

Nuestra puntuación

Reparto: María Onetto, Carlos Belloso, Rafael Ferro, Esteban Meloni, Sandra Villani. / Guión: Pablo Bardauil. / Fotografía: Jorge Dumitre. / Música: Federico Travi. Vista en la Competencia Ficción Internacional del FICMonterrey.

1

por: Enrique López Arvizu

Secretos y mentiras.

Juana decide separarse de Juan después de 21 o 22 años de matrimonio, ella es conductora de TV, él es escritor además de profesor, por lo que el dinero no será un problema para ellos en una separación amistosa y civilizada.

Juan (Carlos Belloso) se va a vivir a un departamento que ha comprado Juana (María Onetto, brillante como siempre), ella cargará siempre con aparentes remordimientos, haciéndole saber a él lo que importante que es en su vida, hasta que en una salida a cenar él descubre que ella sale con alguien más, que resulta ser un viejo conocido de las clases de teatro que ha retomado Juana, que siempre quiso ser actriz.

Divida en dos claras partes, la primera se cuenta desde el punto de vista de Juan, que se obsesiona por seguir la vida de su ex mientras sigue con sus actividades, como escribir su siguiente novela al mismo tiempo que inicia a buscar experiencias sexuales a través del internet, lo que provocará un hecho que lo cambiará todo.

A partir de ello la narración adopta el punto de vista de Juana, que deberá enfrentar una nueva realidad en la que tendrá que aceptar que no todo había sido como se lo pensaba, por lo que  ahora en un tono cercano al thriller, algunos secretos serán develados y con ellos mentiras saldrán a flote, en un cambio de tono y sentido que desfavorece a la película, moviendo su eje de manera abrupta.

La segunda película de la dupla Barduil-Verdoia (antes habían dirigido Chile 672) reciente el inesperado giro, dejando de lado algunas virtudes hasta ese momento conseguidas con una segunda parte bastante débil respecto a la primera, donde es imposible no notar un cierto tono aleccionador en cuanto a las decisiones tomadas respecto a sus personajes, en un filme que se sostiene principalmente por el impecable trabajo actoral tanto de María Onetto (La mujer sin cabeza) como de Carlos Belloso (La niña santa).

Deja una respuesta