La maldición de Charlie (Pay the Ghost, Estados Unidos, 2015) / Dirección: Uli Edel.
Reparto: Nicolas Cage, Sarah Wayne Callies, Veronica Ferres, Lyriq Bent, Jack Fulton, Juan Carlos Velis, Elizabeth Jeanne le Roux, Alex Mallari Jr., Erin Boyes, Sofia Wells, Lauren Beatty, Fabio Lusvarghi. / Guión: Dan Kay (Historia: Tim Lebbon). / Fotografía: Sharone Meir. / Música: Joseph LoDuca. Estreno viernes 15 de enero de 2016.
por: Enrique López Arvizu
La noche de Halloween.
Dirigida por Uli Edel, director alemán de películas como ‘Christiane F.’ o la nominada al Oscar como mejor película extranjera en 2008 Der Baader Meinhof Komplex, la nueva película de Nicolas Cage es un intento de cine de horror sobrenatural que no termina de cuajar.
Cage interpreta a Mike, un padre de familia que se pierde los mejores momentos de vida familiar por su obsesión y entrega al trabajo como maestro de literatura buscando conseguir una plaza fija en la universidad.
Habiendo quedado mal con su hijo Charlie en la noche de Halloween, decide llevarlo a un carnaval nocturno que sucede a pocas cuadras de su casa donde el chico, que lleva un par de días percibiendo extrañas visitas a su alrededor, desaparecerá sin dejar rastro, provocando una crisis en sus padres hasta que al año siguiente y tras algunas investigaciones, Mike debe enfrentarse a una presencia maligna para poder rescatar a su hijo.
Si bien el inicio del relato es prometedor y cumple con todos y cada uno de los lugares comunes de ciertas cintas de terror, las inconsistencias del guión y situaciones muy forzadas dan pronto al traste a una historia que termina por no encontrar nunca la dirección correcta.
El abuso de figuras y rostros que aparecen de repente con su respectivo subidón de volumen como único recurso para conseguir al menos un susto tampoco ayuda en la construcción de la atmósfera requerida en este tipo de historias, la cual conforme avanza va perdiendo fuerza hasta llegar a un último tercio totalmente inverosímil y con resoluciones que se antojan por demás improbables.
Poco ayuda la interpretación de Nicolas Cage, en ésta ocasión mesurada y muy contenida, pero que se suma a la interminable mala racha de malas películas de los últimos años de uno de los mejores actores de su generación, en otra película olvidable.