Espiral: El juego del miedo continúa (Spiral: From the Book of Saw, Estados Unidos, 2021) / Dirección: Darren Lynn Bousman.
Reparto: Chris Rock, Samuel L. Jackson, Max Minghella, Marisol Nichols, Zoie Palmer, Nazneen Contractor, Dan Petronijevic, Morgan David Jones, Edie Inksetter, K.C. Collins, Josh Stolberg, Ali Johnson, Brian Cook, Leila Charles Leigh, Christopher Tai, John Tokatlidis, Frank Licari, Andrew Perun, Heidi Matijevic. / Guion: Josh Stolberg, Pete Goldfinger. / Fotografía: Jordan Oram. / Música: Charlie Clouser. Estreno jueves 13 de mayo del 2021.
por: Enrique López Arvizu
Buscando revivir una saga.
El estreno en 2017 de ‘Jigsaw’, la octava entrega de la saga “Saw” creada por James Wan, confirmó el agotamiento de la misma, una serie de películas cuyo factor novedoso había cumplido ya su ciclo y todo se había convertido en una mera repetición.
Desde entonces han transcurrido apenas cuatro años y ante la escasez de nuevas ideas en Hollywood, han lanzado una nueva película que busca el resurgimiento de la mencionada saga partiendo (casi) desde cero, contado de nueva cuenta con el director de la segunda, tercera y cuarta entrega, Darren Lynn Bousman.
Ahora esta nueva entrega presenta una historia que combina los elementos típicos de esta saga, con una impronta fuertemente direccionada a la manera del típico policial, como si a la original ‘Saw’ se le adicionaran algunas notas de ‘Seven’. El resultado no es del todo logrado, pero si que cumple con el objetivo de darle nueva vida al producto para seguir siendo explotado.
El protagonista ahora es Chris Rock, quien da vida al detective ‘Zeke’ Banks, quien debe ir tras la pista de un asesino que está persiguiendo a sus compañeros, asesinándolos de una manera despiadada, utilizando métodos que lo ubican como un posible imitador del difunto asesino en serie conocido como ‘Jigsaw’.
Para ello le es asignado un nuevo compañero, un novato (Max Minghella), con quien deberá iniciar la investigación que lo lleve tras la pista del asesino, quien a la manera de Jigsaw, va dejando pistas que pronto ubican a ‘Zeke’ en medio de una encrucijada que lo pone en primer plano.
Pese a los esfuerzos, esta nueva entrega aporta pocas novedades respecto a la saga, si bien el tono cambia un poco, en gran parte por la presencia de Chris Rock, quien en el primer tramo aporta una buena cuota de humor bien dosificado, atacando la corrección tan propia del actual Hollywood y alguna referencia bien lograda a ‘Forrest Gump’, después cuesta separar al personaje de su interprete y tomarlo por completo en serio.
A favor, la primera secuencia de la película es efectiva y logra rápidamente meter al espectador dentro de ese conocido universo, la trama se sigue con interés y logra sostener el suspenso respecto a la identidad del asesino y sus motivaciones, dando forma a una película sin el brillo de la ya lejana primera entrega dirigida por James Wan, pero que por momentos consigue funcionar y aportar algunos momentos a la altura de lo que los fans de la saga esperan.