Día de la Independencia: Contraataque (Independence Day: Resurgence, Estados Unidos, 2016) / Dirección: Roland Emmerich.
Reparto: Liam Hemsworth, Jeff Goldblum, Bill Pullman, Maika Monroe, Jessie T. Usher, Travis Tope, Judd Hirsch, Charlotte Gainsbourg, William Fichtner, Angelababy, Nicolas Wright, Deobia Oparei, Joey King, John Storey, Brent Spiner, Sela Ward, Vivica A. Fox, Chin Han, Robert Loggia. / Guión: Carter Blanchard. / Fotografía: Markus Förderer. / Música: Harald Kloser, Thomas Wanker. Estreno jueves 23 de junio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Que 20 años no es nada.
Tras 20 años del estreno de la primera entrega, una película boba y banal con un insoportable discurso pro-yanqui que fue ganando su culto con el paso de los años y que contaba con un Will Smith a punto de convertirse en una estrella global, a alguien se le ocurrió que era momento de hacer una secuela.
La historia se sitúa 20 años después, es decir en 2016 pero en la ficción, la humanidad, o más bien los EEUU, han “aprovechado” la tecnología alienígena para mejorar su armamento y establecer una estación lunar para anticiparse ante una nueva llegada de extraterrestres hostiles.
Pero una vez más la llegada alienígena es imprevisible solo que ahora es a mayor escala, con una nave de dimensiones que se sale de toda lógica y con nuevas malas intenciones, ante lo cual se ha preparado a un nuevo ejército de pilotos de combate entre los que destacan el que interpreta el impasible Liam Hemsworth, Maika Monroe que es además la hija del expresidente Whitmore y que trabaja muy de cerca con la actual presidenta, y Jessie T. Usher, quien hace el papel del hijo del fallecido Steven Hiller (Smith).
La película es una secuela a toda norma, se rescatan los personajes que interpretan Bill Pullman, ahora como un atormentado expresidente, el de Jeff Goldblum que a pesar de su sobrada experiencia nadie parece hacerle caso, el padre de éste que interpreta Judd Hirsch, el de Vivica A. Fox, que de bailarina exótica pasa a ser una eminencia médica, y hasta el doctor Okun, y se suman nuevos que, como el de Charlotte Gainsbourg, poco aportan a la historia.
Y la película termina perdiéndose entre tantos personajes, y ante una irrespetada lógica interna en la que los personajes se mueven sin problemas del espacio exterior, al África Central y de ahí al Área 51 en cuestión de segundos, así como en situaciones recicladas de la primera entrega, solo que ahora sin emoción ni mucha menos gracia, echando de menos a Will Smith.
La película no desaprovecha momento para remarcar la posición de los EEUU como el policía del mundo, aunque lo hace de manera menos subrayada, sus personajes no consiguen ser memorables y todo parece funcionar en piloto automático y a bastante velocidad, aunque hay que decirlo, contiene secuencias espectaculares y los efectos visuales son mucho más logrados, en una trama llena de excesos e inconsistencias que sin embargo, dejará satisfechos a los fanáticos del cine catástrofe.