Una buena receta (Burnt, Estados Unidos, 2015) / Dirección: John Wells.
Reparto: Bradley Cooper, Sienna Miller, Omar Sy, Daniel Brühl, Matthew Rhys, Lily James, Uma Thurman, Alicia Vikander, Emma Thompson, Jamie Dornan, Sarah Greene, Riccardo Scamarcio, Christopher Heskey, Bernard Bullen, Chelsea Li, Sam Keeley. / Guión: Steven Knight (Historia: Michael Kalesniko). / Fotografía: Adriano Goldman. / Música: Rob Simonsen. Estreno viernes 08 de abril de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Mi pasado me condena.
Después de dirigir a un elenco de lujo en la irregular ‘August: Osage County’, donde sobresalían Meryl Streep y Julia Roberts, ahora en ‘Burnt’ el director John Wells vuelve a tener a su cargo a un elenco plagado de nombres que solo adornan una película fallida.
Bradley Cooper interpreta a Adam Jones, un chef caído en desgracia debido a los excesos que lo llevó a perderlo todo en el mejor momento de su carrera, donde a pesar de haber conseguido 2 estrellas Michelin contribuyó para que el restaurant donde trabajaba en París colapsara.
Después de pasar un auto exilio en un restaurant de Nueva Orleans pelando ostras, Adam decide que es momento de regresar al ruedo y arma con amigos un equipo para conseguir levantar un restaurante de un viejo amigo en Londres y obtener esa tercera ansiada estrella.
Torpe en su desarrollo, ‘Burnt’ se descifra como una película carente de alma en donde un acartonado guión presenta a un personaje en busca de redención, como el de Adam Jones, pero que nunca consigue conectar con el espectador gracias a su trazo bipolar tan subrayado, que lo pone como un neurótico a la primera provocación no quedando nunca del todo claro la problemática que aqueja al personaje principal.
Y poco aporta ese elenco multiestelar donde diversos personajes aparecen interpretados por grandes actores y actrices, como el de Emma Thompson, Uma Thurman o Alicia Vikander, tan poco desarrollados que parecen mero capricho para hacer visible un relato que nunca consigue generar interés.
Para añadir un problema más, la nula química entre los personajes de Cooper y Sienna Miller, en un romance que nunca prende y que colabora a la poca progresión de un relato carente de sazón y corazón.