Un holograma para el rey (Ein Hologramm für den König, Alemania-EEUU-GB-Francia-México, 2016) / Guión y Dirección: Tom Tykwer.
Reparto: Tom Hanks, Tom Skerritt, Sarita Choudhury, Tracey Fairaway, Jay Abdo, Jane Perry, Megan Maczko, Dhaffer L’Abidine, Lewis Rainer, Omar Elba, David Menkin, Khalid Laith, Janis Ahern, Jon Donahue, Waleed Elgadi. / Guión: Tom Tykwer (Novela: Dave Eggers). / Fotografía: Frank Griebe. / Música: Johnny Klimek. Estreno jueves 09 de junio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Volver a empezar.
Después del experimento que significó ‘Cloud Atlas’, dirigida junto a las ahora hermanas Wachowski, el realizador alemán Tom Tykwer (Corre Lola corre) se distancia del cine realizado hasta ahora, adaptando una novela de David Eggers, y con Tom Hanks como protagonista.
Hanks interpreta a Alan Clay, un hombre que tras su fracaso matrimonial y el colapso financiero de 2008, debe viajar a Arabia Saudita para intentar venderle al rey un sistema de teleconferencias mediante hologramas tridimensionales.
Sin embargo, igual que su vida, su estancia en el desierto es un caos, no consigue entrevistarse con el rey que pasa el tiempo viajando, las condiciones de trabajo de su equipo no son dignas y por si fuera poco, una protuberancia en su espalda con amenaza cancerígena empieza a preocuparle.
Lejos de la fanfarronería de sus últimos trabajos, incluyendo la serie Sense8, Tykwer presenta un relato simple y directo, donde al igual que el personaje que interpreta Hanks, parece debe caer a lo más bajo para reinventarse.
Para ello vuelve a dirigir a Tom Hanks, quien con su inigualable carisma logra llevar a este personaje común a volverlo creíble, rodeado de personajes secundarios que lo potencian y soportan, tal como el chofer del auto, que funciona como perfecto contrapunto de su personaje, y sacando provecho a cuanta diferencia cultural aparece, así como al exotismo de un sitio tan lejos como Arabía Saudita
Tykwer se despoja de esa pretenciosidad que envolvía sus películas y logra, a pesar de cierto traspié en cuanto al ritmo, una comedia sencilla pero efectiva, de segundas oportunidades, que se sigue con interés y que no defrauda.