El patrón, radiografía de un crimen, de Sebastián Schindel

El patrón, radiografía de un crimen (Argentina-Venezuela, 2014) / Dirección: Sebastián Schindel.

Nuestra puntuación

Reparto: Joaquín Furriel, Mónica Lairana, Guillermo Pfening, Luis Ziembrowski, Victoria Raposo, Germán De Silva, Andrea Garrote. / Guión: Sebastián Schindel, Nicolás Batlle, Javier Olivera (Libro: Elias Neuman). / Fotografía: Marcelo Iaccarino. / Música: Lucas Kohan. Vista en la 60 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional en la Cineteca Nuevo León.

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por: Enrique López Arvizu

Carne podrida.

Tras una larga y sólida filmografía dedicada al documental, Sebastián Schindel presenta su primer largometraje de ficción, basado en el libro de Elías Neumann que a su vez se basó en un hecho sucedido hace ya algunos años, y que narra una situación límite de un empleado sometido por su patrón.

La historia que se narra es la de Hermógenes (un Joaquín Furriel irreconocible y más que correcto), un hombre analfabeto que tras la imposibilidad de conseguir trabajo en su provincia y contar con un padecimiento físico, viaja a Buenos Aires con su mujer, para terminar trabajando como encargado de una carnicería de barrio, donde también vivirá en un pequeño cuarto adherido al local, donde deberá someterse a los abusos de su patrón.

El patrón es Latuada (Luis Ziembrowski), dueño de una cadena de carnicerías, ventajista, violento y codicioso, que compra carne en mal estado para vender en sus locales, para lo cual uno de sus empleado (Germán de Silva), alecciona a Hermógenes en los trucos para mantenerla en aparente buen estado y libre de malos olores, ante lo cual Hermógenes solo calla ante el miedo de perder el empleo, pero todo tiene un límite.

El primer trabajo de ficción de Schindel se destaca por el alto nivel de detalle y la minuciosa descripción de lo que sucede en la trastienda de la carnicería, así como en tanto a cada mínimo gesto de su protagonista, demostrando la experiencia de su realizador en el ámbito documental y apoyado por un preciso y sólido guión.

Contada a la manera de un thriller clásico, la película de Schindel narra en paralelo el proceso judicial y jurídico que debe pasar Hermógenes tras cometer el crimen que se indica en el título, donde entra en juego un abogado defensor (Guillermo Pfening) que tras tomar el caso por compromiso de pronto se muestra muy comprometido con la causa, momento en que el relato presenta su punto menos logrado y que deriva en un final apresurado y carente de tensión, pero que no descalifica los varios méritos del film.

El buen pulso de Schindel consigue un relato crudo y conciso sobre la explotación laboral, los juegos de poder, la avaricia y el maltrato psicológico, sin dobles discursos ni golpes bajos, con imágenes perturbadoras que harán al espectador pensar dos veces la próxima visita a una carnicería.

 

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