En la cuerda floja (The Walk, Estados Unidos, 2015) / Dirección: Robert Zemeckis.
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Ben Kingsley, Charlotte Le Bon, James Badge Dale, Clement Sibony, Cesar Domboy, Benedict Samuel, Ben Schwartz, Steve Valentine, Mark Camacho. / Guión: Christopher Browne, Robert Zemeckis (Basado en el libro de Philippe Petit). / Fotografía: Don Burgess. / Música: Alan Silvestri. Estreno viernes 16 de octubre de 2016.
por: Enrique López Arvizu
El artista equilibrista.
Luego de haber concebido clásicos modernos de la cinematografía como la saga ‘Volver al futuro’, y de haber intentado con la animación en 3-D, Robert Zemeckis trae ahora consigo la historia de Phillipe Petit, un francés que cumplió su sueño de caminar sobre un cable entre las Torres Gemelas, historia ya contada en el documental de 2008, ‘Man on Wire’.
Partiendo desde la infancia del personaje, la película hace un recorrido total desde su descubrimiento por las acrobacias y el funambulismo, hasta su primer encuentro con unas Torres Gemelas aún en construcción y como inició su sueño-obsesión de caminar por el espacio que las separa.
Con un recurso un tanto cansino de Joseph Gordon-Levitt, quien interpreta a Petit, hablando a cámara y dando detalle de lo que sucede en la historia, vemos el recorrido que habrá de hacer para cumplir su sueño, todo en un tono de comedia a la francesa más o menos soportable, al que no ayuda en nada escuchar a los personajes hablar en inglés con un molesto acento francés.
Pero la película se convierte en otra cuando sus personajes viajan a Nueva York para echar a andar los planes de Petit, tornando el relato en una especie de thriller que muestra a detalle y con un tono siempre ameno toda la planeación y el reclutamiento y formación del equipo como si se tratase de la preparación de un gran atraco.
Y son los últimos 45 minutos los que elevan la calidad del relato de Zemeckis, quien sabe bien aprovechar todas las bondades y posibilidades del 3D para dotar de emoción y vértigo la historia, haciendo obligatorio el ver la película en dicho formato para poder disfrutarla al máximo.
Zemeckis consigue que una historia muy conocida, incluyendo su desenlace, se torne atractiva y por demás entretenida, con una belleza y poderío visual aplastante e intimidante, y con ese otro protagonista mudo, el gran edificio hoy inexistente, el cual podemos conocer y recorrer sus espacios hoy derrumbados, en un sentido y discreto homenaje.