El viaje más largo (The Longest Ride, Estados Unidos, 2015) Dirección: George Tillman Jr.
Reparto: Scott Eastwood, Britt Robertson, Alan Alda, Oona Chaplin, Jack Huston, Melissa Benoist, Lolita Davidovich, Amber Chaney, Lindsey Elizabeth, Brigham McNeely, Tommy Brown, Perry Ball, Mary Austin, Brenda Moss-Clifton, Stephen Mackenzie Brown. / Guión: Craig Bolotin (Novela: Nicholas Sparks). / Fotografía: David Tattersall. / Música: Mark Isham. Estreno viernes 10 de abril de 2015.
por: Enrique López Arvizu
Viejas cartas.
Las novelas de Nicholas Sparks se han convertido en un subgénero en sí mismas dentro del cine romántico, cada novela ha generado una película que cuenta ya con un público cautivo dispuesto a derramar alguna lágrima viendo una historia que reúne similares características de las otras escritas por el autor.
En ‘The Longest Ride’, se narra la improbable historia de amor entre la sofisticada Sophia (Britt Robertson), una chica estudiante con una oferta de trabajo en una galería de arte en NY, y Luke (Scott Eastwood), un tosco pero guapo montador de toros en un rodeo en Carolina del Norte, que luce como recién salido de publicidades de Marlboro y calzoncilos Calvin Klein.
Entre las idas y vueltas que se suceden entre ellos, una noche salvarán de un accidente a un viejo (Alan Alda) con quien entablarán una entrañable amistad, y de quién conocerán mediante viejas cartas, la relación con su fallecida esposa Ruth (Oona Chaplin), que será toda una enseñanza para su propia relación.
Dirigida por George Tillman Jr., a quien le debemos aquella motivacional película llamada ‘Hombres de honor’, muestra en paralelo las dos historias de amor, con bastantes referencias y metáforas obvias entre sí, y montadas de una manera un tanto anacrónica y caprichosa, mostrando en pantalla por momentos demasiado de una de las dos y dejando de lado la otra, provocando un cierto hastío, pero demostrando su experiencia como narrador en una película que resulta rutinaria pero efectiva y coherente en sus propósitos.
Para destacar, lo bien que, increíblemente, funciona la historia de amor y la química entre la pareja protagonista, el lucimiento del hijo de Clint Eastwood luego de algunos papeles poco relevantes y la siempre atinada intervención de Alan Alda, el resto es más de lo mismo, en un viaje que se hace bastante largo y muy recargado de frases hechas, clichés y lugares comunes que se muestran sin pudor alguno.
Recomendable para románticos empedernidos y fanáticos de las novelas de Sparks (si, los hay).