El gran showman (The Greatest Showman, Estados Unidos, 2017) / Dirección: Michael Gracey.
Reparto: Hugh Jackman, Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson, Diahann Carroll, Fredric Lehne, Yahya Abdul-Mateen II, Isaac Eshete, Katrina E. Perkins, John Druzba, Shawn Contois, Ethan Coskay, Jamie Jackson. / Guion: Jenny Bicks, Bill Condon (Historia: Jenny Bicks). / Fotografía: Seamus McGarvey. / Música: Benj Pasek, Justin Paul. Estreno jueves 28 de diciembre de 2017.
por: Enrique López Arvizu
El circo pop.
El debut de Michael Gracey en la dirección se da con un género que es uno de los favoritos de la industria hollywoodense pero que en años recientes ha padecido altibajos en cuanto a la respuesta del público como lo es el musical, ahora un tanto en boga tras el éxito de ‘La La Land’.
‘El gran showman’ narra la historia de P.T. Barnum, un exitoso empresario y showman que a mediados del siglo XIX obtuvo fama y fortuna gracias a su excéntrico circo donde mostraba a un grupo de personas consideradas freaks (una mujer barbuda, un tipo muy alto, uno muy bajo, uno muy obeso y demás), interpretado por Hugh Jackman.
La historia se centra en el momento en que, tras varios fracasos y gracias al apoyo de sus hijas y esposa (Michelle Williams), consigue echar a andar el atrevido emprendimiento hasta conquistar a los públicos populares, lo que lo lleva a aliarse con el productor Phillip Carlyle (Zac Efron), buscando llegar a un público más selecto y ganarse las buenas opiniones de la crítica, que lo desprecia y no lo acepta.
Ambientado en los últimos años del siglo XIX, el debut de Gracey es un musical en forma, con varios números musicales bien logrados y canciones pop muy pegadizas creadas por Benj Pasek y Justin Paul, los mismos de ‘La La Land’, aunque el filme es más cercano en su manufactura y pretensiones a ‘Moulin Rouge’.
El relato narra una historia amable y bienintencionada, pero con un exceso de corrección política que incluye diversas frases rimbombantes que hablan de inclusión y diversidad, así como un romance interracial entre los personajes de Zac Efron y Zendaya, de poco peso dramático dentro de la historia pero que suma para con las intenciones finales del filme.
A pesar de ello, la película tiene un ritmo sostenido que no decae nunca, personajes bien delineados y buenas actuaciones en general, donde por supuesto se destaca la gracia y encanto de Hugh Jackman para el baile y el canto, que dan forma a una entretenida y eficaz película que da lo que promete en una envoltura pop, inofensiva y convencional.
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