El agente de C.I.P.O.L. (The Man from U.N.C.L.E., Estados Unidos, 2015) / Dirección: Guy Ritchie.
Reparto: Henry Cavill, Armie Hammer, Alicia Vikander, Elizabeth Debicki, Hugh Grant, Jared Harris, Christopher Sciueref, Susan Gillias, Luca Calvani, Nicon Caraman. Guion: Scott Z. Burns, David C. Wilson (Basado en la serie de Sam Rolfe). / Fotografía: John Mathieson. / Música: Daniel Pemberton. Estrenada el jueves 03 de septiembre de 2015.
por: Enrique López Arvizu
Construyendo una nueva saga.
En el intento de crear una nueva saga, se decidió rescatar la serie de culto El agente de Cipol bajo la dirección del siempre frenético Guy Ritchie, resultando una película apenas entretenida más no del todo efectiva.
En plena Guerra Fría, un par de agentes rivales, uno norteamericano que debe trabajar para la CIA a cambio de purgar una condena (Henry Cavill) y otro ruso agente de la KGB (Armie Hammer), son reclutados en una nueva organización que une a las dos potencias para ir detrás de unos italianos que junto a un científico alemán están construyendo bombas nucleares.
Con una espectacular secuencia inicial que sirve para presentar a ambos personajes además de introducir al personaje de Alicia Vikander, una alemana de Berlín Oriental experta en mecánica que es rescatada por Napoleón Solo (Cavill) y que será parte fundamental para resolver el operativo montado junto al ruso Illya Kuryakin (Hammer).
Si bien la película inicia con muchas referencias a la serie y al look tanto de la serie original como de la época en que se desarrolla la historia, Guy Ritchie no se toma mucho tiempo en tratar de imponer su característico sello con constantes y forzados movimientos de cámara que buscan embellecer y apantallar y una edición vertiginosa tan usual en sus filmes.
Teniendo a dos estrellas en pleno ascenso como protagonista, esta película intenta funcionar como punta de lanza para una posible futura saga, tomándose el tiempo en presentar a detalle tanto a los personajes como a la organización a la pertenecen ahora, y mencionada en el título.
Si bien el filme entretiene, la dirección de Ritchie no consigue ponerla al nivel de productos similares pero de mucha mayor envergadura, tal como la reciente Misión imposible o la saga de Jason Bourne, ambos productos que van mucho más allá del mero entretenimiento en que se queda El agente de Cipol, con un director siempre más preocupado por demostrar su pretendida genialidad en cada plano.