Cómo enamorar a una chica punk (How to Talk to Girls at Parties, Reino Unido-Estados Unidos, 2017) / Dirección: John Cameron Mitchell.
Reparto: Elle Fanning, Alex Sharp, Nicole Kidman, Ruth Wilson, Matt Lucas, Ethan Lawrence, Stephanie Hazel, Rory Nolan, Jessica Kate Plummer, Olivia Short, Nansi Nsue. / Guion: Philippa Goslett, John Cameron Mitchell (Historia: Neil Gaiman). / Fotografía: Frank G. DeMarco. / Música: Nico Muhly, Jamie Stewart. Estreno jueves 21 de junio de 2018.
por: Enrique López Arvizu
Un ovni en la cartelera.
La nueva película del director John Cameron Mitchell (Velvet Goldmine) es una película diferente, de esas que rara vez llegan a la cartelera por no parecerse a la mayoría, que adapta una historia de Neil Gaiman (Coraline) y consigue sacarle el mejor provecho.
Son los años 70 en los suburbios ingleses, tres amigos, Enn (Alex Sharp), Vic (A.J. Lewis) y John (Ethan Lewis), intentan introducirse en el modo de vida punk, asisten a conciertos y realizan fanzines.
Una noche, mientras buscan una fiesta punk, llama su atención una casa particularmente iluminada de donde emerge música extraña, se acercan pensando que es una fiesta de estadounidenses, entran a los que es una peculiar reunión de una colonia extraterrestre donde Enn conocerá a Zan (Elle Fanning), una chica inconforme con las normas de su colonia, por lo que decide salir con Enn a conocer el estilo de vida punk.
Siendo una película de un director como John Cameron Mitchell, el espectador está advertido que puede esperar cualquier cosa menos un filme convencional y si uno donde habitan propuestas extravagantes, brillantes y arriesgadas.
Las buenas ideas van desde el diseño de producción, con una ambientación donde relucen los vestuarios, los peinados, y para mejor prueba solo basta mirar a una Nicole Kidman que disfruta su extravagante rol, personajes interesantes y una atmósfera acertadísima que evoca una época que navega entre lo pasado y lo futurista.
Si bien el eje de la historia es la parte romántica, esta es llevada por el director sin necesidad de empalagamientos y si con elementos originales, tal como John Cameron Mitchell ha acostumbrado a su audiencia.