600 millas (600 millas / 600 Miles, México, 2015) / Dirección: Gabriel Ripstein.
Reparto: Tim Roth, Kristyan Ferrer, Harrison Thomas, Noé Hernández, Armando Hernández, Mónica del Carmen, Nailea Norvind. / Guión: Gabriel Ripstein, Issa López. / Fotografía: Alain Marcoen. / Estreno viernes 04 de diciembre de 2015.
por: Enrique López Arvizu
Juegos de poder.
El debutante Gabriel Ripstein consigue sacudirse la sombra de su influyente padre en apenas su primera película, ganadora del premio a la mejor ópera prima en el Festival de Berlín, en un relato que narra una historia en un contexto por demás actual.
Arnulfo (Kristyan Ferrer) es un jovencito que introduce armas a México a través de la frontera norte con la complicidad de otro joven norteamericano de casi la misma edad, con una facilidad tal como comprar comida en cualquier local, luego esas armas las transporta hasta entregarlas a un grupo de narcotraficantes.
Pronto llaman la atención de Hank (Tim Roth) un agente de la ATF (Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos) que empieza a seguirlos y cuando decide actuar es sorprendido por uno de ellos y posteriormente secuestrado por un asustado Arnulfo, que al igual que hace con las armas, logra introducirlo a México y viajar con él sin tener muy en claro que es lo que hará.
A partir de ahí la película tomará el formato de una road movie donde captor y secuestrado irán tejiendo una historia de falsas complicidades, en un juego donde un inmaduro Arnulfo y un manipulador Hank intentarán demostrarle al otro quien tiene el control de la situación, en un relato que apela al realismo ayudado por el excelso trabajo de Alain Marcoen, habitual fotógrafo de los hermanos Dardenne.
El filme de Gabriel Ripstein consigue trazar un par de personajes bien delineados y lejos de estereotipos en una narración despojada de sentimentalismo y manipulación hacia el espectador, que primero evoca lo que parecen ser ciertas incongruencias dentro de la trama, de los personajes y charlas en apariencia banales y que después consigue resignificar tras el visionado final del filme, sobre todo de las últimas escenas.
Ripstein hijo consigue sostener la tensión sobre todo en el último tramo, gracias a un consistente guión escrito a cuatro manos con Issa López, en una sólida ópera prima que ha sido seleccionada por la Academa Mexicana para buscar el Oscar a mejor película en lengua extranjera.