Warcraft: El primer encuentro de dos mundos (Warcraft: The Beginning, Estados Unidos, 2016) / Dirección: Duncan Jones.
Reparto: Travis Fimmel, Paula Patton, Ben Foster, Dominic Cooper, Toby Kebbell, Ben Schnetzer, Robert Kazinsky, Clancy Brown, Daniel Wu, Ruth Negga, Anna Galvin, Callum Keith, Burkely Duffield, Ryan Robbins, Dean Redman, Glenn Ennis, Terry Notary, Elena Wurlitzer, Michael Adamthwaite, Anna Van Hooft, Callan Mulvey. / Guión: Charles Leavitt, Duncan Jones (Historia: Chris Metzen). / Fotografía: Simon Duggan. / Música: Ramin Djawadi. Estreno jueves 16 de junio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Magos, espadas y orcos.
Después del desastroso trato otorgado por la crítica norteamericana y el avasallante éxito de taquilla en China llega a nuestra cartelera la nueva película de Duncan Jones (Moon, Source Code), que no es tan mala como la pintaban.
Basada en el popular videojuego, narra el inevitable enfrentamiento entre humanos y orcos, que sucede cuando estos últimos deben abandonar su devastado mundo e invadir uno ajeno, abriendo un portal que debe ser alimentado con vidas humanas.
Pronto la presencia de los orcos se hace sentir en el reino de Azeroth, donde los humano liderados por su Rey, acompañado por Anduin Lothar, el guardián del reino Medivh y el joven aprendiz Khadgar, deberán hacerles frente para salvaguardar su pueblo y su hogar.
De entrada, para el espectador despistado que no sea fan de la saga de videojuegos el primer tercio será una avalancha interminable de nombres, datos y demás información que parece imposible clasificar sin perder concentración en la historia, que por momentos recuerda a otras tantas sagas tanto en la configuración de su universo como en lo visual.
Duncan Jones, declarado fanático del videojuego, consigue equilibrar tanto la historia que se va desarrollando con las innumerables secuencias de acción y peleas, que si bien es un exceso de CGI, el buen logrado ritmo ayuda a que el ojo se adapte rápido a este nuevo y fantástico universo y sus criaturas, en gran parte gracias a que Jones se decanta siempre por mostrar un relato lúdico, entendiendo bien el producto que tiene entre manos, aunque resultando bastante impersonal.
Aun así, ‘Warcraft’ resulta un filme espectacular, vertiginoso, disfrutable y muy entretenido, con amplias posibilidades de nuevas entregas.