Victor Frankenstein (Victor Frankenstein, Estados Unidos, 2015) / Dirección: Paul McGuigan.
Reparto: Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown Findlay, Mark Gatiss, Andrew Scott, Louise Brealey, Alistair Petrie, Daniel Mays, Freddie Fox, Adrian Palmer, Adrian Schiller, Spencer Wilding. / Guión: Max Landis (Novela: Mary Shelley). / Fotografía: Fabian Wagner. / Música: Craig Armstrong. Estreno viernes 27 de noviembre de 2015.
por: Enrique López Arvizu
La nueva vida de Igor.
Como si hiciera falta, llega una nueva adaptación de Frankenstein, y como casi todas las versiones que se han hecho para cine, esta es otra versión muy libre respecto a la clásica novela de Mary Shelley.
La historia se centra en Igor (Daniel Radcliffe), un fenómeno y payaso de circo que vive en una jaula y que es rescatado cuando ayuda al estudiante de medicina Victor Frankenstein (James McAvoy), quien descubre en él ciertas habilidades respecto a la medicina.
Igor se convertirá en su brazo derecho para poder llevar a cabo el ambicioso proyecto de Victor que consiste en poder dar vida a un cuerpo inanimado, realizado con trozos de varios animales muertos.
El problema con esta nueva versión radica en ciertas decisiones tomadas para contar la historia, primero, se ciñe a la figura de Igor, el asistente ahora carente de joroba y creado a partir de las versiones cinematográficas, como el relator de la historia y verdadero protagonista de la misma, trasladando lo que sería una historia de horror a un melodrama de identidad.
Otro de los desaciertos es que el realizador no atina nunca a llegar al tono adecuado para narrar el relato, yendo del drama a la comedia y de ahí al policial de acción con muy poco sentido entre algunas secuencias, además que la historia de Igor no termina por desarrollarse del todo, ni sus traumas, ni su conflicto moral con su mentor y mucho menos su incipiente historia romántica.
Al final, la película dirigida por Paul McGuigan no termina por cumplir las expectativas creadas a partir del título de la película, pues ni conocemos bien al famoso doctor Frankenstein y su famosa criatura tiene una aparición demasiado fugaz, dejando un agrio sabor de boca apenas salvado por la acertada actuación de McAvoy y una impecable factura, que en películas de grandes presupuestos como ésta, no es ninguna virtud.