La huésped maldita (Martyrs Lane, Reino Unido, 2021) / Guion y Dirección: Ruth Platt.
Reparto: Kiera Thompson, Sienna Sayer, Denise Gough, Anastasia Hille, Steven Cree, Hannah Rae, Donna Banya, Catherine Terris, Julie Barclay, Charlie Rix. / Fotografía: Márk Gyõri. / Música: Anne Müller. Estreno jueves 28 de julio del 2022.
por: Enrique López Arvizu
La pequeña visitante.
Leah (Kiera Thompson), es una pequeña de unos 10 años que vive junto a su familia en una casa en el bosque lejos de todo. Su madre Sarah (Denise Gough), muestra cierta dureza y por momentos se muestra también ausente. Su padre es Thomas (Steven Cree) es más cercano a ella, pero su trabajo como vicario le impide pasar más tiempo juntos. Su hermana mayor Bex (Hannah Rae), suele protegerla, pero también es un poco abusiva y vive más preocupada por sus propias cosas. Leah pasa casi todo el tiempo sola en casa y su presencia a veces no es percibida ni siquiera por su familia.
Leah cubre su soledad con la religión, presente en todos los rincones de la casa, mientras intenta entender lo que sucede con su madre, algo difícil de comprender para su corta edad, pero su rutina cambia una tarde en el bosque que conoce a una pequeña de cabello rizado y alas de ángel (Sienna Sayer), quien comienza a visitarla por las noches y con quien pasa tiempo jugando, quien le da de a poco pistas para recuperar algo que tomó del relicario de su madre, lo que la ha afectado en su comportamiento cada vez más errático, y le provee información con la que Leah empieza a ver su entorno de otro manera.
La película de Ruth Platt es una especie de cuento oscuro narrado todo del punto de vista de la pequeña Leah, protagonista absoluta del relato, siendo este uno de los primeros aciertos, ya que la puesta en cámara a la altura de la jovencita Thompson otorga la precisa dimensión al entorno que rodea a su personaje.
Si bien la película se vende como una cinta de terror de fantasmas, la realidad es que Platt logra llevar su relato mucho más allá de los parámetros genéricos, otorgando una atmósfera particular que conforme avanza la relación de las dos pequeñas se vuelve más inquietante.
El relato ofrece dos o tres momentos de sobresalto, gracias al uso efectivo del jump scare o susto repentino, pero no es esa la esencia de la película ni la intención final de su realizadora, más bien se trata de un relato que trata de tomar de la mano al espectador y llevarlo a una especie de pesadilla infantil y no tanto buscar el susto fácil.
Platt lo consigue gracias a su sutil manejo de cada escena y cada elemento puesto en el cuadro, a la muy atinada elección de su reparto, y a la magia que consigue en el revelador trabajo de Kiera Thompson, a la que nada le cuesta soportar sobre su espalda la totalidad del relato, y la gran química resultante de la interacción junto a la pequeña Sienna Sayer.
Todo está narrado desde la mirada de Leah, una niña solitaria en una casa en la que algo pasa, pero de lo que no se habla, Leah pasa el tiempo casi siempre en soledad y su figura por momentos pareciera ser tan fantasmal para su familia como la presencia que la visita por las noches.
La perdida y el duelo son algunos de los temas que atraviesan el relato y son tratados también con fina sutileza, en una película diferente, y bien lograda.