El nuevo Nuevo Testamento (Le tout nouveau testament, Bélgica-Francia-Luxemburgo, 2015/ Dirección: Jaco Van Dormael.
Reparto: Pili Groyne, Benoît Poelvoorde, Marco Lorenzini, Yolande Moreau, Catherine Deneuve, Laura Verlinden, François Damiens, Serge Larivière, Romain Gelin, Didier De Neck, Anna Tenta, Bilal Aya, David Murgia. / Guión: Jaco Van Dormael, Thomas Gunzig. / Fotografía: Christophe Beaucarne. Estreno jueves 02 de junio de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Dios existe y es un patán.
La quinta película del director belga Jaco Van Dormael (El octavo día, Mr. Nobody), narra con irreverencia, mucho humor negro e ironía un mundo en el que Dios vive en la Tierra, concretamente en Bruselas, desde donde controla con mucha mala leche el destino de todo lo que ha creado.
Él vive en un departamento sin puerta de entrada ni salida, es un tipo patético y miserable que maltrata a su esposa, quien se pasa el tiempo bordando, limpiando y mirando su colección de estampitas de béisbol, y a su pequeña hija Ea, quien cansada de la soberbia y sadismo de su padre, y con el consejo de su hermano mayor, JC representado en una figurita de porcelana, entra al cuarto de trabajo de su padre y envía, desde la vieja PC desde donde Dios lo controla todo, un mensaje donde se indica el tiempo exacto que le queda de vida a cada ser humano.
Hecho esto, Ea huye de casa con la intención de reclutar a 6 nuevo apóstoles que le ayuden a escribir un nuevo Nuevo Testamento y con ello enmendar los errores y excesos cometidos por su padre, quién irá tras de ella padeciendo el mundo que ha creado, mientras en las calles algunas personas han modificado su forma de vida ajustándose al tiempo que les queda.
El relato, siempre desde el punto de vista de la hija, está estructurado de manera episódica, con un Génesis y Éxodo incluido y siendo los siguientes episodios donde se relata cada nuevo evangelio, lo que contribuye a la irregularidad del filme, muy ingenioso y sobresaliente en algunos segmentos y en otros redundante y carente de ideas.
Pero son mayoría las buenas ideas, que con una irreverencia inofensiva consigue llevar al espectador a reflexionar y partirse de risa al mismo tiempo, donde se destacan las actuaciones de la pequeña Pili Groyne y a Benoit Poelvoorde como el mismísimo Dios, en un reparto donde se incluye además a Catherine Deneuve, en un claro guiño al surrealismo buñueliano.
Contrario a lo podría pensarse, la película no tiene como objetivo provocar ni ofender, ya que incluso se percibe cierto humanismo sin pretender aleccionar, aunque si por el final se filtra un discurso feminista/optimista, que no llega a ser molesto y tampoco consigue desvirtuar el relato.