Día de las madres (Mother’s Day, Estados Unidos, 2016. / Dirección: Gerry Marshall.
Reparto: Julia Roberts, Jennifer Aniston, Kate Hudson, Jason Sudeikis, Britt Robertson, Hector Elizondo, Timothy Olyphant, Sarah Chalke, Shay Mitchell, Margo Martindale, Jon Lovitz, Aasif Mandvi, Jack Whitehall, Sandra Taylor, Ella Anderson, Jennifer Garner, Caleb Brown, Brandon Spink, Rob Nagle, Adreana Gonzalez, Cameron Esposito, Robert Pine, Ella Anderson, Jessi Case, Loni Love. / Guión: Tom Hines, Lily Hollande, Anya Kochoff, Matthew Walker. / Fotografía: Charles Minsky. / Música: John Debney. Estreno viernes 06 de mayo de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Un desafortunado festejo a la reina del hogar.
Luego de sus comedias románticas ancladas en festividades populares como fue ‘Año nuevo’ y antes ‘Día de los enamorados’, el realizador de comedia clásicas como ‘Mujer bonita’ consigue reunir a otro dream team ahora para celebrar el día de las madres.
Jennifer Aniston es una madre divorciada que sufre porque su marido se ha casado con una chica mucho más joven que ella y teme que le gane el cariño de sus dos hijos, Kate Hudson huyó de la casa de sus padres y ahora les oculta que ha formado una familia con un hombre indio, Julia Roberts es una famosa presentadora que vende productos por televisión y usa una horrible peluca, mientras que Jason Sudeikis deberá enfrentar junto a sus dos hijas el primer día de la madre después de la muerte de su esposa.
A esas historias se unirán la de la hermana del personaje de Hudson, una chica lesbiana que también les oculta su vida a sus padres, y una jovencita que interpreta Britt Robertson que no está segura en casarse con el padre de su hija ante las dudas que la aquejan por no conocer nunca a su madre biológica.
Tal y como sucedía en las dos películas mencionadas, las historias que se cuentan habrán de cruzarse a fuerza de guión más que por azares del destino y de manera por demás forzada, además que ante tanto personaje nunca se consigue un verdadero equilibrio entre los diferentes episodios mostrados.
Y tal como nos viene acostumbrando este tipo de películas, todas las personalidades que desfilan en la pantalla son seres lindos que viven en casas de ensueño cuyos “problemas” parecen resolverse casi por arte de magia y haciendo uso de los mil y un cliché del recetario infalible de comedia romántica.
Pero más allá de algún chiste que funciona, casi siempre cortesía de Jennifer Aniston, la película nunca abandona esa atmósfera de liviandad y superficialidad, siempre carente de emociones genuinas, que no la hacen un buen pretexto para festejar a mamá.