Conducta (Cuba, 2014) / Dirección y Guión: Ernesto Daranas.
Reparto: Armando Valdés Freyre, Alina Rodríguez, Silvia Águila, Yuliet Cruz, Amaly Junco, Armando Miguel Gómez. / Fotografía: Alejandro Pérez. Vista en la 57 Muestra Internacioal de Cine de la Cineteca Nacional en la Cineteca Nuevo Leon.
por: Enrique López Arvizu
Otros cuatrocientos golpes.
Con una mirada sensible pero al mismo tiempo implacable acerca de las deficiencias en la enseñanza en Cuba, ‘Conducta’, el más reciente film de Ernesto Daranas, es una especie de actualización del clásico filme de Truffaut, ‘Los 400 golpes’ con la actualidad de la Vieja Habana como telón de fondo.
Narra la historia de Chala, un jovencito de 12 años que es el sostén de su casa, vive con su madre alcohólica, cuida unos perros de pelea y cría palomas, y tiene además serios problemas en la escuela, por lo que las autoridades sugieren que sea enviado a una escuela especial para chicos con problemas de conducta.
El gran apoyo de Chala es Carmela, una maestra con bastante experiencia que intenta ayudarlo a mantenerse en la escuela, donde considera que Chala recibiría mayor contención que siendo enviado a la otra escuela con el riesgo de que su situación empeore, siempre consciente de la forma de vida del chico y su entorno y ante el riesgo de perder su trabajo.
Sin recurrir a manipuleos ni excesos dramáticos, Daranas desnuda la burocracia e incapacidad del sistema educativo para enfrentarse a situaciones como la del chico, o como en el caso de Yeni, una chica que es el interés romántico de Chala, que le es imposible mantenerse en la escuela por ser migrante de otra provincia, junto a su padre, quien tampoco puede trabajar por el mismo motivo.
El personaje de la vieja guardia, la profesora Carmela, tendrá en sus diálogos la carga discursiva del relato, con intensas y críticas palabras claramente dirigidas a quienes ostentan el poder en la isla, así como de reivindicación a ciertos ideales que se han ido quedando en el camino.
Una digna, notable y bella película, sin subrayados ni pintoresquismos, de un director con oficio y que consigue interpretaciones naturales de parte de sus actores, que muestra un retrato auténtico de la Cuba actual.