Cenizas del pasado, de Jeremy Saulnier

Cenizas del pasado (Blue Ruin, Estados Unidos, 2013) Dirección y Guión: Jeremy Saulnier.

Nuestra puntuación

Reparto: Macon Blair, Eve Plumb, Devin Ratray, Amy Hargreaves, David W. Thompson, Bonnie Johnson, Stacy Rock, Kevin Kolack. / Fotografía: Jeremy Saulnier. / Música: Brooke Blair, Will Blair. Vista en la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional en la Cineteca Nuevo León.

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por: Enrique López Arvizu

La venganza es un plato que se sirve frío.

Últimamente el tema de la venganza en el cine ha dado lugar a una innumerable cantidad de películas que abordan el tema, dando pie a un nuevo sub-género en sí mismo, tomando como bandera la acción personal de un tipo solitario en contra de todos los que se le pongan enfrente.

Aunque el tópico venganza es lo que mueve al protagonista, Blue Ruin no pasa por ahí; Dwight, quien es un vagabundo que vive en su viejo Pontiac azul, recurre a su particular venganza al enterarse que han dejado libre al asesino de integrantes de su familia.

A diferencia de ese tipo de películas mainstream, el personaje de Dwigth está bastante lejos de, por ejeplo, el de Liam Neeson, Dwight no es experto en manejo de armas, tiene miedo y dudas, y lo que sucede le afecta tanto física como mentalmente, lo único que tiene claro es querer salvaguardar la integridad de su hermana y sobrinas.

El gran valor de Blue Ruin, película financiada a través del crowfunding (aportaciones solidarias de internautas), es que siendo una película con el típico corte de cine independiente sabe acercarse con destreza por diversos géneros, principalmente con el thriller, usando todas sus convenciones pero siempre respetando su propia impronta.

Lo que más llama la atención desde su planteamiento es el manejo de la información, la cual es administrada de manera tal que el espectador apenas conoce lo necesario, sin demasiadas explicaciones lo que ayuda a mantener el suspenso, con imágenes crudas no aptas para cualquier tipo de espectador, que sin embargo, cerca del final se excede en ciertas explicaciones que tiran por la borda ese clima de incertidumbre, aunque el resultado final termina siendo igual satisfactorio.

Un relato violento, duro, y muy incomodo, un tratado sobre la violencia generada por la inexplicable cultura de las armas en la Norteamérica profunda, un filme con una solidez narrativa que merece la pena ser visto.

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