Atroz (Atroz, México, 2015) / Dirección: Lex Ortega.
Reparto: Carlos Padilla, Lex Ortega, Aleyda Gallardo, David Aboussafy, Orlando Moguel, Dana Karvelas, Florencia Ríos, Patricia Leih, Laurette Flores, Miguel Angel Nava, Julio Rivera, Carlos Valencia. / Guión: Lex Ortega, Sergio Tello. / Fotografía: Luis García. / Música: JH5, Eggun. Vista en el ciclo Interior-Noche en la Cineteca Nuevo León.
por: Enrique López Arvizu
Extrema violencia.
Autopublicitada como la película más violenta en la historia del cine mexicano y contando con el padrinazgo de Rugggero Deodato (Holocausto caníbal), llega el primer largometraje de Lex Ortega, después de varios cortometrajes y de liderar el proyecto colectivo ‘México bárbaro’ y su inminente segunda parte.
Generada a partir de un par de cortos previos, ‘Atroz’ narra la historia de un par de asesinos que tras participar en un accidente de tránsito y ser detenidos, le son confiscadas unas cintas de video donde aparecen cometiendo brutales asesinatos.
Tras continuar con la investigación, una cinta de VHS es encontrada y en ella se puede conocer la historia previa de Goyo, uno de los asesinos, en su etapa adolescente, enfrentando complicadas y traumáticas situaciones en familia que lo marcaron para siempre.
El primer largometraje de Lex Ortega puede ser tan brutal como se promociona, ya que contiene escenas de torturas que van de los sangriento a lo escatológico con una puesta en escena que incluye grabaciones en diferentes formatos y que buscan lograr la sensación de realidad y un montaje frenético que colabora en su efecto shockeante.
La historia parte de dos cortometrajes previos que hábilmente son insertados en esta película, donde una historia de investigación policíaca es la línea argumental que los une y los integra de manera efectiva y orgánica, ofreciendo al espectador lo que precisamente éste busca en una película de este tipo: mutilaciones, vejaciones, sexo, torturas y mucha, mucha sangre, hasta aquí todo funciona de acuerdo a lo que ofrece el film, sin ponerse exquisito ni cuestionar el evidente regodeo en las escenas violentas.
Pero en su último tramo, una cinta de VHS encontrada muestra y justifica, a manera de flashback, el traumático pasado del personaje protagonista, y es aquí donde en ‘Atroz’ pierde fuerza el relato cinematográfico, aunque, para beneplácito de los fans del gore, nunca detiene el incesante correr de la sangre ni la explotación de la violencia.