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Rostros de una mujer, de Arnaud des Pallieres

Rostros de una mujer (Orpheline, Francia, 2016) / Dirección: Arnaud des Pallieres.

Reparto: Adèle Exarchopoulos, Adèle Haenel, Solène Rigot, Gemma Arterton, Vega Cuzytek, Sergi López, Nicolas Duvauchelle, Jalil Lespert, Olivier Loustau, Mehdi Meskar, Rayan Rabia. / Guion: Christelle Berthevas, Arnaud des Pallieres. / Fotografía: Yves Cape. Estreno jueves 21 de diciembre de 2017.

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por: Enrique López Arvizu

Dolor tu causas.

El realizador francés Arnaud des Pallieres propone un drama femenino donde 4 actrices interpretan un mismo papel, idea para nada novedosa pero que dentro del relato de su más reciente película permite diversas lecturas y posibilidades.

Renée (Adele Haenel) es una maestra de escuela que junto a su esposo espera lograr un embarazo muy deseado, pero toda su calma se termina cuando reaparece en su vida Tara (Gemma Aterton), una mujer que recién ha salido de una cárcel con la idea fija de cobrarle alguna deuda del pasado.

Un salto temporal al pasado muestra a Sandra (Adèle Exarchopoulos), una joven solitaria con una vida sexual muy activa, que acompaña a un hombre mayor metido en el mundo de las apuestas en el hipódromo, Tara aparece en lo que parece el inicio de algo que conecta con lo que habíamos visto antes. Posteriormente a manera de flashbacks se muestra a Karine (Solène Rigot) y Kiki (Vega Cuzytek), el mismo personaje en etapas más jóvenes, con diferente personalidad, o quizá no.

El seguimiento de la historia permite descubrir que los cuatro personajes presentados son en realidad la misma persona en diferentes etapas de la vida, pero también permite metaforizar a una mujer que padece y sufre como cualquier otra mujer en el mundo, aunque a des Pallieres no le interesa aclararlo.

Si bien la estructura narrativa puede parecer compleja de seguir, el armar la historia que se va narrando no resulta serlo y, por el contrario, el relato propone el reto al espectador de dar la forma final a la historia, pero más allá de ese posible juego, lo que se narra es una historia intensa y contundente.

Lo que desvirtúa un poco este relato son ciertos excesos dentro de la historia, presentar a cuatro actrices que durante todo el tiempo solo padecen y sufren en diferentes niveles, con situaciones sobrecargadas y que, además presentan un exceso de escenas sexuales donde lo único que parece importar es explotar la belleza de la actriz, sobre todo en los momentos a cuadro de Adèle Exarchopoulos, actriz que tras ‘La vida de Adèle’ parece haber sido encasillada en roles eróticos.

 

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