Sombra blanca (White Shadow, Tanzania-Alemania-Italia, 2013) / Dirección: Noahz Deshe.
Reparto: Hamisi Bazili, James Gayo, Glory Mbayuwayu, Salum Abdallah, Riziki Ally, John S. Mwakipunda, Tito D. Ntanga, James P. Salala. / Guión: Noaz Deshe, James Masson. / Fotografía: Noaz Deshe, Armin Dierolf. / Música: Noaz Deshe, James Masson. Vista en la 58 Muestra Internacional de Cine.
por: Enrique López Arvizu
Cuando la realidad supera la ficción.
En Tanzania, hoy en día existe la creencia de que las personas albinas, aquellas con problemas de pigmentación de la piel, cabellos y ojos, poseen ciertos “poderes mágicos” en sus extremidades y algunos órganos como el corazón, por lo que son perseguidos, asesinados y desmembrados por brujos que practican rituales de magia negra.
La ópera prima de ficción de Noahz Deshe se hace eco de este problema y lo denuncia poniendo en pantalla la historia de Alias, un adolescente albino que vive en una aldea y es testigo del asesinato y desmembramiento de su padre por parte de un grupo de brujos, por lo que su madre decide “protegerlo” enviándolo con su tío Kosmos a la ciudad.
Ahí, Alias será explotado por su tío vendiendo piratería en las calles y exponiéndose además a los abusos y acoso de otros vendedores, amén de la discriminación por el hecho de ser diferente, encontrando apenas consuelo en la cariñosa relación que tiene con su prima Antoinette, pero ante tanta hostilidad decide regresar a su aldea.
La puesta en escena de Deshe, con una cámara que nunca se queda quieta y muy cercana a lo que sucede, convierte a su ópera prima en una cruda y dura experiencia y bastante lejos del disfrute, sino más bien al contrario; es incómoda, perturbadora y bastante violenta.
Con una historia en apariencia lejana, aunque los temas de discriminación y barbarie nos son demasiado cercanos, ‘Sombra blanca’ es un ejercicio interesante y efectivo que exhibe al mundo los peligros y riesgos a los que conducen el fanatismo, la pobreza extrema y sobre todo la ignorancia.