Milla 22: El escape, de Peter Berg

Milla 22: El escape (Mile 22, Estados Unidos, 2018) / Dirección: Peter Berg.

Nuestra puntuación

Reparto: Mark Wahlberg, John Malkovich, Ronda Rousey, Iko Uwais, Lauren Cohan. / Guion: Graham Roland, Lea Carpenter / Fotografía: Jacques Jouffret. / Música: Jeff Russo. Estreno viernes 31 de agosto de 2018.

por: Enrique López Arvizu

Escape y paranoia.

La sociedad conformada por Peter Berg y Mark Wahlberg se traduce en ya cuatro largometrajes, todos enfocados a enaltecer el heroísmo nacionalista y llenos de secuencias de acción, los resultados han sido entre medianos y buenos, pero este nuevo aporte se queda en la medianía.

Un equipo especial de la CIA debe realizar una misión especial en un país del sureste asiático, trasladar a un funcionario local, Li Noor (Iko Uwais), quien posee información confidencial la cual se encuentra encriptada en un disco duro a cambio de recibir asilo político, hasta un avión que los sacará del país y se encuentra a 22 millas del lugar.

Al frente del operativo está James Silva (Mark Wahlberg), quien junto a su equipo deberán sortear un sinfín de obstáculos puestos por el gobierno local para lograr su objetivo, todo bajo la sombra de un operativo realizado meses atrás, que terminó de manera fallida ante una mala decisión tomada por Silva.

’22 millas’ es, de las cuatro realizadas por Berg y Wahlberg, la más enfocada en desarrollar una trama netamente plagada de secuencias de acción, y la que menos esencia y profundidad contiene, lo que de entrada ya le resta méritos.

Ante tal la carencia de sustancia, Berg decide dotar al personaje de Wahlberg de ciertas características para complementar la acción, en un personaje poco carismático que siempre parece estar irritado, mal encarado y a los gritos y que tiene la manía de jugar con una liga todo el tiempo.

La película se construye de manera similar a la narrativa de un videojuego, el equipo que lidera el personaje de Whalberg debe trasladar a un sujeto de un punto a otro, y en el trayecto deberá sortear diferentes niveles de oposición hasta llegar a su destino, la película transcurre con tan pocos sobresaltos y sorpresas que ante tal previsibilidad se reserva una vuelta de tuerca para el final, dando por resultado una película convencional, entretenida y olvidable.

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