Lady Macbeth (Lady Macbeth, Reino Unido, 2017) / Dirección: William Oldroyd.
Reparto: Florence Pugh, Christopher Fairbank, Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Bill Fellows, Ian Conningham, Paul Hilton, Joseph Teague, Golda Rosheuvel, Rebecca Manley. / Guion: Alice Birch (Novela: Nikolai Leskov). / Fotografía: Ari Wegner. / Música: Dan Jones. Estreno viernes 16 de marzo de 2018.
por: Enrique López Arvizu
Pasiones desbordadas.
Katherine (Florence Pugh), es una adolescente que ha tenido que casarse con Alexander (Paul Hilton), un hombre que le dobla la edad y quien la ningunea sexualmente, al acceder a una nueva familia y estatus, Katherine se ha visto obligada además a llevar una nueva rutina llena de actividades ociosas que la condenan a un terrible aburrimiento, todo bajo el férreo control disciplinario de su suegro (Christopher Fairbank).
Ante un inesperado y largo viaje que debe realizar su esposo y su suegro, Katherine siente alivio de poder romper su rutina y las conservadoras reglas que diariamente debe seguir, pero cuando conoce a Sebastian (Cosmo Jarvis), un nuevo trabajador de la casa, una desbordante pasión le permite satisfacer su lado sexual, que se verá amenazado ante el inminente regreso de su marido y suegro.
El debut cinematográfico de William Oldroyd, director de teatro y ópera, es con una película contundente, oscura y violenta, basada en la novela de Nikolai Leskov, narrando la historia de una mujer que tras una vida de opresión consigue liberarse y tomar el control de su vida
Buena parte de la acción sucede en los interiores de una casa donde Katherine debe seguir una serie de reglas irritantes y que la abruman, la puesta en escena es un tanto teatral, entendible conociendo los antecedentes del director, pero que consigue darle un carácter plenamente cinematográfico gracias a sus decisiones estéticas, el uso de la luz y los colores, si bien todo es un tanto sombrío, la colocación de la cámara y los desplazamientos de los personajes.
Lo que más sobresale es el trabajo actoral de Florence Pugh, quien lleva su personaje a transitar diversos estados que van desde la mera inocencia hasta volverse una mujer rebelde y liberada, Oldroy logra explorar la pasión y el deseo, los sentimientos y emociones que derivan en violencia, en un relato seco y bañado de un realismo lejano al típico academicismo.
La película se llena de momentos de completa tensión, la cual se incremente conforme avanza la historia de una manera cercana al cine de Hitchcock, mostrando la evolución de su personaje sin emitir juicios, en un relato efectivo y rotundo, perturbador y por momentos incómodo.