Estar o no estar, México, 2015 / Guión y Dirección: Marcelo González.
Reparto: Flavio Medina, Aislinn Derbez, Patricia Reyes Spíndola, Tiaré Scanda, Angélica Aragón, Horacio Castelo, Gonzalo Garcia Vivanco, Rubén González Garza, Iliana de la Garza, Mary Paz Mata, Luis Monterrubio. / Fotografía: Jero Rod-García. / Música: Osvaldo Montes. Vista en la Competencia Ficción Mexicana del FICMonterrey. Estreno viernes 09 de septiembre de 2016.
por: Enrique López Arvizu
Mejor no estar.
La ópera prima del experimentado director teatral Marcelo González, además autor del guion, representa un cine con clara ambiciones recaudadoras, consistente en una historia simple y un elenco que incluye grandes nombres tanto del cine nacional como de la televisión, que si bien presenta un acabado muy profesional, presenta diversas fallas en su narrativa.
Cuenta la historia de Augusto (Flavio Medina), un tipo entre 30 y 40 años que se muda de Xalapa a Tlacotalpan en Veracruz tras la muerte de su madre, Ya en el pueblo se instala en una pensión y después conocerá a Nastenka (Aislinn Derbez), una chica de origen ucraniano que está a la espera de la vuelta de su novio que partió un año atrás en un barco de la marina mexicana.
Ambos iniciarán una amistad que irá transformándose con el tiempo hasta que el novio de la chica regresa y el quedará marginado de su vida, entre las fantasmales visita de su madre y el acoso de una persuasiva vecina.
Con un destacado trabajo en sus diversas áreas técnicas, el primer film de González adolece de un guion plagado de frases hechas y en teoría contundentes, y de personajes con un trazo demasiado cercano al lenguaje televisivo y sobre todo teatral, pero que no termina de tomar una forma más apegada al lenguaje del cine.
Además de los malos diálogos, como salidos de la fábrica televisiva de siempre, es imposible sentir la conexión necesaria entre eso que dicen los personajes, ya que es muy visible la poca identificación de los actores con los textos, además de que el guion presenta diversas fracturas en su estructura, formalmente la puesta en escena adolece de una propuesta más allá de un básico plano-contraplano y poner la cámara donde el encuadre resulte más bello.
Un cine hecho para consumo rápido de una audiencia poco exigente y que sorprende que se encuentre entre la selección competitiva de un festival de cine.